El paso de palio

Bordados

El paso de palio de María Santísima de los Dolores y Misericordia responde a un modelo con aire romántico y decimonónico en las bambalinas, techo del palio y en el espléndido manto bordado. Antes de abordar su estudio es preciso ver la evolución que han tenido las bambalinas del palio en su colocación. Las bambalinas interiores que hoy día luce el palio comenzaron a procesionar con la hermandad por fuera, estando el interior liso. Posteriormente, estas bambalinas decimonónicas pasaron al interior y para el exterior se bordaron unas nuevas, como veremos más adelante.

Las bambalinas interiores son de terciopelo azul oscuro bordadas en hilo metálico dorado y fueron adquiridas, al igual que el techo, a la Hermandad de la Carretería fechándose en 1886, siendo obras diseñada por el tallista Guillermo Muñiz Antúnez (hijo de Josefa Antúnez) y bordadas por las hermanas Ana y Josefa Antúnez Meléndez. Se estrenaron en el palio de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad de la Hermandad de la Carretería junto a un manto y saya a juego el 23 de abril de 1886.

Las bambalinas, que fueron restauradas en 1974 por las hermanas Carmen y Ángeles Martín Cruz, son una obra realmente excepcional del bordado decimonónico, Los bordados que llevan las bambalinas correspondían a la parte interior del palio original de la Carretería y están diseñadas a partir de elementos geométricos, mixtilíneos principalmente, con añadidos de elementos florales de pequeño tamaño guardando una gran simetría. 

Las bambalinas delantera y trasera están divididas en tres grupos de bordados, más ancha la central, que caen en forma triangular llevando dos borlones cada una mientras que las bambalinas laterales tienen cinco caídas, de igual forma, siendo más pequeñas las centrales. De sus doce varales penden dos borlones en cada uno a modo de adorno.

Respecto a los tipos de puntos empleados, aparecen las medias ondas para hojas grandes, setillos para la mayoría de los motivos y cartulina. El realce es similar en toda la composición, empleándose tan sólo un mayor volumen en las cabezas de los ángeles del escudo antiguo de la Hermandad de la Carretería, que se sitúa en el centro del techo del palio. Existen también algunos complementos de decoración en el palio que corresponden a lentejuelas planas de un solo tamaño que se encuentran localizadas muy puntualmente en las ráfagas del escudo. Por último, aparece un galón que rodea el techo de palio en todo su perímetro.

Antonio Mañes Manaute dice del palio que:

«Los bordados del palio de la Virgen de los Dolores y Misericordia pertenecen a uno de los modelos imperantes en su época, que consistía en establecer una clara diferencia entre la concepción de los bordados exteriores e interiores del mismo. Las bambalinas exteriores de la Cofradía de la Carretería fueron adornadas con tallos de grandes volúmenes que contrastan con otros bordados vegetales más suaves. Por el contrario, en los interiores, se ofrece una decoración mixtilínea conjugada con elementos vegetales más menudos. Centra la composición del techo de palio un rompimiento de gloria circundado por rayos realizados en lentejuela plana. En su interior se cobija la antigua heráldica de la corporación de los Toneleros, rodeada de tres querubines de mayor volumen que el resto de los bordados. Técnicamente se emplea el punto de setillo para la mayoría de los motivos ornamentales, y con menor frecuencia la cartulina». 

El mismo autor califica los bordados como uno de los mejores exponentes de la Semana Santa. 

La Hermandad de la Carretería aprobó en Cabildo celebrado el 16 de mayo de 1972, tras pedir el correspondiente permiso al Sr. Vicario General del Arzobispado la venta por 45.000 pesetas de la parte interior del palio y cuatro ciriales. Los ciriales serían para el paso de palio.

Debido al paso del tiempo y al mal estado del palio en Cabildo de Oficiales se acordó proceder a la restauración del mismo y, además, a su terminación, de manera que se bordaran unas bambalinas exteriores y pasar al interior las decimonónicas, que era su lugar original. El bordador elegido para ejecutar esta obra fue José Antonio Grande de León, que tras dos años de trabajo entregó el palio restaurado y las nuevas bambalinas a la hermandad en la Cuaresma de 2007, estrenándolas la Virgen el Domingo de Ramos de ese mismo año. Previamente fueron expuestas en el Ayuntamiento de Sevilla. El diseño responde al estilo decimonónico, asimétrico, formado por cardos, ramas entrelazadas, hojas de acanto, flores, campanillas y el escudo de la hermandad en las bambalinas delantera y trasera. En definitiva, un diseño inspirado en los modelos el siglo XIX pero no queriendo en ningún momento buscar parecido con el palio de la Carretería, ni con ningún otro palio de Sevilla, sino queriendo hacer un palio personal sobre todo en el arranque de su bambalina lateral desde el centro siendo las cinco puntas diferentes.

Bambalina
Bambalina

El techo del palio, también de las Hermanas Antúnez, fue diseñado por Guillermo Muñiz y mezcla elementos decorativos geométricos mixtilíneos y florales destacando cuatro círculos en los extremos con decoración floral y la gloria, que aparece en el centro consistiendo en este caso en un escudo oval con una Cruz arbórea cargada con Corona de espinas sobre un montículo. Rodean al escudo dos ramas que se cruzan en punta y por fuera del escudo aparecen tres cabezas aladas de ángeles, una a la diestra, otra a la siniestra y la tercera arriba a modo de timbre. Todo el conjunto aparece rodeado a su vez por un círculo. Fue restaurado y enriquecido por Grande de León en 2007. 

Posteriormente, Grande de León recibió el encargo de la hermandad para realizar el manto de salida. El manto tiene un dibujo simétrico a excepción de la calle central con una decoración a base de grandes ramas de cardos que se entrelazan entre si y largos cabos de hojas florecidas en ricas flores de cardos, llevando una greca perimetral que rodea al manto. El diseño, al estilo decimonónico, es abundante en piezas más grandes en los bordes y más delicadas y finas de forma ascendente hacia el centro del manto. En la realización del manto se han utilizado las mismas técnicas y materiales que usaban las Hermanas Antúnez en sus obras. Soporta el bordado una pieza de terciopelo de Lyon de color azul noche. 

El manto se estrenó el Domingo de Ramos de 2013, ya que en 2012, fecha de su terminación, la cofradía no salió a la calle por riesgo de lluvia.

Los faldones llevan ocho broches, de Grande de León, a juego con los bordados del palio, de 2008, que fueron donados por la cuadrilla de costaleros.

Orfebrería

Respiradero
Respiradero

Los respiraderos pertenecieron a la Hermandad del Amor, del paso de Nuestra Señora del Socorro, fechándose en 1930 siendo obras del orfebre Cayetano González Gómez. Los respiraderos y la parihuela del paso de la Virgen costaron 70.000 pesetas. Los respiraderos frontal y trasero están formados por un amplio rectángulo dentro del cual se insertan tres recuadros con decoración de tipo vegetal, abundando las piñas. Los respiraderos laterales siguen el mismo esquema pero con cinco recuadros decorados a base de piñas, racimos de uva y hojarasca. En los extremos de los respiraderos laterales aparecen los tres arcángeles con su símbolo iconográfico correspondiente (San Rafael, San Gabriel, San Miguel) y el Santo Ángel de la Guarda. Por encima y por debajo de estas figuras está cincelada la Cruz de San Juan, que forma parte de la heráldica de la Hermandad del Amor.

Peana
Peana

Los varales, cuyas basas tienen forma de jarras con macollas y asas en forma de dragón, fueron contratados con el taller que los Hijos de Juan Fernández tenían en la calle Santa Clara 15 y costaron 96.000 pesetas. La peana, en metal plateado, es del mismo taller llevando el escudo de la hermandad, el mercedario y el de los Siete Dolores Marianos. Las jarras y los faroles de entrevarales son de Manuel de los Ríos Navarro realizados entre 1980-85, que fueron posteriormente restaurados por Santos en 1997. 

La candelería, con 98 piezas, fue donada por Antonio Fernández y es obra de Antonio Santos de 1997 que sustituyó a la anterior de Hijos de Juan Fernández.

Actualmente el palio lleva dos faroles de cola, obras de Orfebrería Marmolejo. Estos faroles han sido posibles gracias a la donación de un hermano. Están realizados en metal repujado a mano y, según sus autores, es un homenaje al orfebre Cayetano González y a las Hermanas Antúnez, ya que toman elementos decorativos de los citados artistas. Se estrenaron el Domingo de Ramos de 2022. Estos faroles han venido a sustituir a los candelabros de cola con querubines, obra de Emilio Landa de 1952, posteriormente restaurados por Antonio Santos en 1997 y que hoy se emplean en el montaje de cultos.

Candelero
Candelero
Jarra
Jarra
Escardiel
Escardiel
Pura Limpia
Pura Limpia

El juego de jarras es de José Zabala Osuna y existe también un juego de ocho jarritas de Orfebrería Santos de 1985. En la peana del paso aparece una miniatura en plata en plata de ley que representa a Nuestra Señora de Escardiel, patrona del pueblo sevillano de Castilblanco de los Arroyos, obra del taller de la Viuda de Villarreal de 1977 donada a la Hermandad por el que fue hermano mayor de la hermandad de gloria de esa advocación mariana y hermano de Jesús Despojado, José Manuel León Gómez. En el frontal del paso aparece un templete de plata, obra de Marmolejo, que representa al Arco del Postigo del Aceite con una reproducción de la Pura y Limpia, fechado en 1994, que fue donado por María del Valle Vicedo Mensaque, según consta en una placa en el citado templete. También aparece en el mismo el escudo papal de San Juan Pablo II.

Faldón Virgen
Faldón Virgen
Llamador Paso de Palio
Llamador Paso de Palio

El llamador del paso de palio, que muestra un ángel sosteniendo el escudo de la hermandad, es obra de Ramón León Peñuelas en 1987.

La Virgen sale siempre con diadema, no con corona, las únicas dolorosas, bajo palio, que procesionan de esa manera, son María Santísima de los Dolores y Misericordia y la Virgen de las Aguas de la Hermandad del Museo. La diadema de salida de la Virgen fue estrenada el 12 de abril de 1987 y está realizada en plata dorada con aguamarinas siendo su autor Ramón León Peñuelas. La plata de la diadema fue recogida como donación particular de los hermanos que quisieron ceder objetos de ese metal a la hermandad para tal fin. Su diseño es una ráfaga semicircular que lleva 14 grupos de rayos lisos y pareados y 12 roleos que terminan en estrellas. La diadema está rematada por un Cruz sobre el globo terráqueo y lleva los escudos mercedario, el de la hermandad y el corazón con los siete puñales.

Parihuela

Finalmente, según datos aportados por sus capataces, Pedro Díaz Díaz y Manuel Carrasco Ponce, podemos añadir que las medidas del paso son las siguientes: 4,65 metros de largo por 2,40 m de ancho. Su peso aproximado ronda sobre los 1.400Kg. El paso lleva 6 trabajaderas, 5 costaleros por palo, por lo que calza 30 personas y dispone de dos cuadrillas completas.